lunes, 25 de julio de 2016

AUGURIOS OLIMPICOS (17/33)

Rome 1960 (17/33)
Pierre de Coubertin tuvo y cumplió muchos sueños y sin duda el renacimiento del olimpismo era el que permitía que otros “sueños” se pudieran cumplir. Realizar este evento en París fue otra de sus metas cumplidas, y lo hizo por partida doble, en 1900 y en 1924. 
El Barón de Coubertin murió en 1937, y además de no ver la cancelación de los juegos por doce años debido a la Segunda Guerra Mundial, tampoco pudo ver convertido en realidad otra de sus grandes ilusiones, organizar los Juegos Olímpicos en Roma, en la “Ciudad Eterna” a la que se había designado sede para la edición de 1908, pero la erupción del Vesubio en el sur de Italia en 1906 había actuado en contra y la justa debió realizarse en Londres. En 1960, 52 años después, el evento que tras cada edición cobraba más esplendor finalmente llegó a la capital italiana.

Roma fue designada sede de los Juegos de la XVII Olimpiada en 1955 y el en camino para su elección debió vencer a seis ciudades más, Lausana y Detroit pisaron los talones en pugna por el honor de albergar el olimpismo y se celebraron del 25 de agosto al 11 de septiembre de 1960. Esta edición, además de ser la primera que precisó de organización técnica perfecta, por las dimensiones a la que había llegado el evento; también fue la primera en la que se realizaron de manera oficial los Juegos Paralímpicos en el mismo lugar y en el mismo año que los Juegos Olímpicos, y las competencias deportivas ya no solo estaban destinadas a veteranos de guerra en programas aislados al olimpismo. El 18 de septiembre, se reunían y desfilaban en Roma 23 países, compitieron cerca de 400 atletas y el podio más alto lo tuvo Italia hicieron que los Juegos Olímpicos comenzara una nueva.

El torbellino de los años sesenta también llegó a Roma y a sus juegos que, además de una extraordinaria organización tuvo de todo. Atletas y países que, en su afán de victoria recurrieron al dopaje. Velada o abiertamente se presentó la segregación racial típica de esta década, Rafer Johnson abanderado de la delegación norteamericana y ganador de la medalla de oro en decatlón no “podía” entrar en muchos establecimientos donde se reunían deportistas de raza blanca. Se presentaron cantidades masivas de propaganda de la Guerra Fría, los dos bandos querían hacer al mundo a toda costa “quien era mejor”. Liberación femenina y ascenso de mujeres atletas. Espías. 
Combinación de edificios históricos y nuevas  y espectaculares instalaciones; por ejemplo, los eventos de gimnasia eran se llevaron a cabo en los Baños de Caracalla, la lucha en la basílica de Majencio, Inicio y final de la maratón, inusualmente, fuera del Estadio Olímpico, los corredores comenzaron en la Colina Capitolina, donde Roma fue fundada y terminó en el  Arco de Constantino y esto solo por mencionar algunos ejemplos. Como colofón de todo lo anterior, el poderoso crecimiento de la televisión que permitió al mundo entero ver, en vivo estos juegos que sin duda cambiaron el olimpismo.

El 24 de agosto de 1960, el Papa Juan XXIII recibió en la Plaza de San Pedro a todas las delegaciones menos los atletas soviéticos para darles un mensaje de fraternidad y paz y extender la bendición a todos competidores. Aquella misma noche del 24 de agosto, la flama olímpica recorría las “eternas calles de Roma” para descansar toda la noche en la Colina sagrada de la Antigua Roma, donde levantaba el gran templo de Júpiter y que siglos después el gran Miguel Ángel desarrollara la plaza actual, la Piazza del Campidoglio.
La ceremonia de apertura tuvo lugar en el magnífico estadio Olímpico de Roma el viernes 25 de agosto frente a más de 100.000 espectadores. Como parte del protocolo de recepción, se daba la bienvenida al  presidente de la República Italiana, era el invitado de honor, se izó la bandera de Italia y se entonó su himno. Comenzó el desfile de naciones, marcharon más de 5,000 deportistas de 84 países; “la marcha más armoniosa que el mundo ha visto” relataban los cronistas de la televisión italiana. Al tiempo que se presentaban en orden alfabético italiano los países participantes el fuego olímpico era transportado al Estadio por los últimos relevistas. Era entonces momento de escuchar el mensaje de Giulio Andreotti, presidente del Comité Organizador de los Juegos daba la bienvenida a todos a Roma, pedía por una competencia limpia y en armonía y cedía la palabra al dirigente del Comité Olímpico Internacional, Avery Brundage quien a su vez pidió al presidente de la República Italiana Giovanni Gronchi, realizara la declaratoria oficial: 
“Proclamato l'apertura dei Giochi Olimpici di Roma, celebranti le Olimpiadi la ventisettesima Olimpiada dell'era moderna”.
Llegó el momento de rendir honores a los símbolos olímpicos, se izó la bandera y se entonó el himno, entonces repicaron todas las campanas de las iglesias de Roma al tiempo que cientos de palomas eran lanzadas al aire.  Las fanfarrias olímpicas anunciaban la llegada de la llama olímpica, el honor de hacer el último relevo y encender el pebetero en el estadio le correspondió a Giancarlo Peris, atleta italiano de carrera a campo traviesa, encendido el pebetero que se encontraba en lo más alto del estadio y Adolfo Consolini que competiría en lanzamiento de disco pronunciaba el juramento de competencia, concluía así  la inauguración y comenzaban 15 días de competiciones.

https://www.youtube.com/watch?v=wtz6abQ7g9k

En los Juegos Olímpicos de Roma participaron 84 países, 611 mujeres y 4,727 hombres dando un total de 5,338 atletas y 150 eventos al frente de los cuales quedaba 4.955 de la pasada edición. La URSS, que obtuvo  42 medallas de oro, 28 de plata y 29 de bronce volvía a ganarle la carrera por las medallas a Estados Unidos con una cosecha de 34 medallas de oro, 21 de plata y 16 de bronce; el tercer sitio fue Italia.

東京は、4年間で試合を受け取りま...eso esta como en japonés, la siguiente entrega es la (18/33)

Στο επανιδείν!


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