lunes, 15 de agosto de 2016

AUGURIOS OLIMPICOS (29/33)

ερινοί Ολυμπιακοί Αγώνες de 2004
Atenas 2004-2da parte (29/33)

A las 20:30 horas del 13 de agosto daba inició la Ceremonia que inauguraba los Juegos de la XXVIII Olimpiada Atenas 2004. El lema de aquellos juegos fue: Καλώς ήλθατε σπίτι (Bienvenido a casa). Compitieron 10.625 atletas de 201 países.
La temática de la inauguración siempre giró en torno a la historia y la cultura de Grecia Antigua y Clásica. Sus dioses y mitos, Atenea, la escultura, el arte y los héroes griegos, fueron entre muchos otros los protagonistas de esta ceremonia.

Atenas fue elegida ciudad anfitriona durante la 106ª Sesión del COI celebrada en Lausana el 5 de septiembre de 1997. No se rindió aun después de perder cuando pretendía organizar los Juegos del Centenario de 1996, sabemos que le venció Coca-Cola, digo-digo🙊, Atlanta. Un factor determinante para ahora elegir a Atenas fue aquel sentimiento de vacío que había dejado el no otorgarle los juegos en 1996, la experiencia que se tuvo en la pérdida de valores olímpicos debido a la excesiva comercialización de Atlanta y la decepción de los miembros del COI por los numerosos contratiempos vividos en la tierra de Scarlett O'Hara, ósea Georgia. En resumen Atlanta, indirectamente, ayudó y en gran medida a que los juegos regresarán a casa en 2004.

74.000 espectadores estábamos dentro del Estadio Olímpico de Atenas listos para comenzar, una cuenta atrás de 28 segundos, que representaba la XXVIII Olimpiada, a cada segundo le correspondía un latido cada vez más fuerte y aparecían imágenes de los anfitriones anteriores.

Tras proyectarse imágenes de todo el archipiélago heleno en la pantalla del estadio aparecieron dos tamboreros, uno en el Estadio de la antigua Olimpia y el otro en vivo, comenzaron un reto de Tympanos (tambor en griego), sus redobles simbolizaban el latido del corazón, también, recordaban como en la antigua Grecia, el tambor y su sonido simboliza la locura dionisíaca. A los dos tamboreros se unieron muchos más para circundar la zona del campo, que, por cierto, no era un campo, era un espejo de agua elíptico que representaba las aguas del mar Egeo y sobre estas aguas se llevó a cabo la primera parte de la inauguración. La locura de los tambores era la que daba inicio a los Juegos de 2004 e invitaba a que esta fuera una fiesta dionisiaca.

Una bola de fuego cayó en ese simbólico mar y formó los aros olímpicos rodeados de agua, provocando el alarido de los espectadores y emanando un intenso calor que se sentía hasta la fila...hasta arriba que era donde estaba sentado. Cuando el fuego se extinguió, literalmente apareció un niño navegado un barco de papel, con una música verdaderamente emotiva que solo logró aumentar mi flujo lagrimal...por ello debía tomar la decisión de no seguir llorando. Aclaró y confieso que Yo lloraba hasta el sollozo, y me dije a mí mismo: o me concentro o no voy a ver nada por 'chillón'. Me ayudó a calmar el llanto, que en ese momento se anunció la llegada de las autoridades de los juegos: Jacques Rogges, presidente del COI, Gianna Angelopoulos Daskalaki, presidenta del Comité organizador de los Juegos y el Presidente de Grecia Konstantinos Stephanopoulos, esto hizo que la intensidad emotiva bajara un poco, sin dejar de ser una muy bonita forma de recibir a las autoridades, caminaron hacia el sitio donde se izarían las banderas y en el camino los encontró el niño que había bajado de su barca, con la bandera helena en lo alto, las tres autoridades le pidieron tiernamente al niño les acompañará a escuchar el himno griego y presenciar el izado de la bandera.

En la primera escena llamada "Alegoría", un centauro arrojó una lanza de luz en el punto medio del campo y apareció el rostro de un ídolo de las Cícladas. Con luz láser se le proyectaron figuras geométricas en la su rostro. A continuación, el rostro se rompió y se trasformó en un Kouros de la época arcaica, este también se rompió, surgió otra escultura humana de la época clásica. Al final la abstracción máxima, un cubo, al cual dominaba un hombre. Los fragmentos se Iban quedando a la deriva flotando en aquel simbólico mar Egeo como si fueran sus islas y sobre ellos se proyectaron imágenes de mujeres, hombres y niños de diferentes grupos étnicos, edades, creencias, preferencias y momentos de la historia.
El título de la siguiente parte "Clepsydra" (dispositivo de medición de tiempo en la antigua Grecia por medio de un flujo de agua), el dios griego del amor, Eros, apareció sobre una pareja de amantes en el agua, estos enamorados y el amor dieron origen a la vida y a una línea de tiempo de la historia griega, inició con la civilización minoica, a continuación, la cultura micénica, luego la época clásica, el período helenístico donde no podía faltar Alejandro Magno. Llego entonces el periodo bizantino y la Guerra de Independencia griega, hasta llegar a los primeros juegos de la era moderna y la cultura griega del siglo XX.


Tras esta secuencia histórica, una mujer entró en el agua y el láser dio la impresión de que el agua reflejaba estrellas. Las luces se reunieron alrededor de la mujer y formaron una cadena de ADN, que giraba en torno a ella. Por último, todos los artistas entraron en el lago, mientras todos ellos jugaban con el agua, fueron desapareciendo los 2,1 millones de litros que llenaron este simbólico mar y así dar su lugar a los atletas.

¿Cuál sería ahora el orden del desfile si al frente de las delegaciones tradicionalmente siempre marcha Grecia? La solución fue simple, abriría Grecia, apareció el abanderado griego, Pyrros Dimasras quien competiría en halterofilia y con la bandera helena en lo alto indicaba el camino a 200 delegaciones. El resto de las banderas y sus respectivos atletas, directivos y cuerpo técnico comenzaron a marchar en orden del 'a-b-c-d-ario' griego, por lo que Santa Lucía (Aγία Λουκία) fue la primera nación y así una a una se fueron presentando todas las naciones hasta que apareció Ελλάδα (República Helénica), el estruendo del público asistente fue maravilloso mientras la delegación griega rodeaba los 400 metros de la pista de tartán, el grito era eufórico ¡Hellas-Hellas! Aquel momento fue extraordinariamente emocionante. El holandés DJ Tiësto acompañó a todos los atletas durante los casi 120 minutos que duró el desfile por lo que el estadio era un verdadero 'Rave' de música electrónica de primerísima calidad. Fuegos pirotécnicos cerraban el desfile y el sonido local, a todo pulmón en griego, francés e inglés daba la bienvenida a los atletas del mundo a la cuna del olimpismo, donde alguna vez comenzó todo, Grecia.

Con un pomposo y gigante vestido azul se presentó la cantante Björk, con esos "gritos que pega" ¿canto o grito?... Digamos que sí cantó una canción... En el arroz siempre hay "negritos"🙊😳 y en esta inauguración, desde mi “muy humilde punto de vista” esta Niña Björk no venía al caso, pero bueno, casa quien con sus gritos.

Ahora la parte protocolaria, del centro del 'campo' surgió un gigantesco árbol de olivo, otro de los grandes símbolos helenos. Fue seguido por los discursos del Gianna Angelopoulos Daskalaki y el presidente del COI, Jacques Rogges. El presidente griego Konstantinos Stephanopoulos tomó la palabra: "Declaro los Juegos de Atenas, que celebran los juegos de XXVIII Olimpiada oficialmente inaugurados". Se hicieron los honores a los  símbolos del olimpismo, bandera fue izada y el himno entonado.

Por las alturas volaron atletas y antorchas de luz simbolizando las sedes de los Juegos anteriores. En un estadio totalmente a oscuras se anunció que el fuego olímpico llegaba al estadio, y con el sonido de latidos del corazón entró en manos de Nikos Galis, un ex jugador de baloncesto y comenzó los últimos relevos, fueron en total cuatro antes de que llegara a las manos del último portador de la antorcha, el campeón olímpico de vela en 1996 Nikolaos Kaklamanakis, quedó al lado opuesto de la antorcha gigante que era el pebetero. Mientras el corría entre los atletas que le habían formado un callejón emulando el recorrido que se había hecho en Barcelona 92, un mecanismo hacia bajar lentamente el pebetero, lugar donde reposaría el fuego durante los juegos, subió la escalinata, saludo desde las alturas a los dioses del Olimpo y la antorcha gigante ya esperaba ansiosa el fuego que se encendió a las 23:05 de Atenas. Un último derroche de luces pirotécnicas en el cielo bajo el cual alguna vez filosofaron Platón y Aristóteles dio por concluida la ceremonia.

Los griegos deseaban que clepsydra no dejará correr el tiempo, parecía que sabían que en algún momento despertarían de este PRECIOSO sueño y no querían volver a su realidad. Como recién me acaba de hacer ver un muy buen amigo, aquellos quince días helenos del mes de agosto fueron lo que siempre han sido los Juegos Olímpicos, una tregua, un tiempo de paz. El 29 de agosto los helenos volvieron a la guerra y esta vez desafortunadamente volvió más dolorosa y trágica.

En Atenas 2004 se entregaron 301 medallas en 28 deportes. Los juegos regresaban a la ciudad donde empezaron. Ahora el círculo del olimpismo moderno quedaba cerrado 108 años después de que se había abierto en aquella ciudad en 1896, un círculo como el que formaba la corona de olímpica de hojas de olivo que presentaba el logotipo de aquella justa y como la corona de hojas de olivo que fue colocada a cada medallista olímpico.
Estados Unidos quedó al frente del medallero con 36 medallas de oro, 39 de plata y 26 de bronce, China subía como la espuma y fue segunda, Rusia quedó tercera.

Usar la palabra MARAVILLOSA para describir aquella noche de 13 de agosto de 2004, es solo una de las decenas de posibilidades en las que puedo pensar para describirla, la recuerdo siempre y desde hace algunos años, no sé qué hacer; llorar de tristeza, añoranza o emoción.

El círculo volvió a abrirse en tierras chinas... Esa será la entrega 30/33



Στο επανιδείν!

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