martes, 15 de noviembre de 2016

15 de Noviembre. San Alberto Magno (1193-1280)

¡Noviembre, “de Todos los Santos”!


Miren ustedes que las historias de amor entre el rey y la princesa se cuenta mucho en las películas de Disney, con el final: “y vivieron felices para siempre”. Resulta que en el caso de Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha (1819-1861) y Victoria I de Inglaterra !ESA¡ si fue una historia de amor, solo que en esta historia, la reina era Vicy y el príncipe consorte Beto.
                Según palabras de la reina Victoria, así describía como se sentía después de su noche de bodas:
NUNCA, NUNCA he pasado una noche así. MI QUERIDO, QUERIDO, QUERIDO Alberto [...] con su gran amor y afecto me ha hecho sentir que estoy en un paraíso de amor y felicidad, algo que nunca esperaba sentir. Me cogió en sus brazos y nos besamos una y otra vez. Su belleza, su dulzura y su amabilidad —nunca podré agradecer suficientes veces tener un marido así— [...] que me llama con nombres tiernos como nunca antes me han llamado ha sido una increíble bendición. Este ha sido el día más feliz de mi vida.
                A pesar de que se trataba de un acuerdo de Estado, cosa que no era rara en aquellos días, la idea del matrimonio entre Alberto y su prima Victoria, que llevaba tres años reinando, había surgido en la mente de su ambicioso tío Leopoldo, rey de Bélgica desde 1831. Imaginen que el tío Leopoldo es como el malo de la novela, porque lo único que le interesaba era los beneficios que este matrimonio podría traer a la corona de Bélgica. Lo que no sabía en tío Leopoldo era el inmenso, pero INMENSO DEL VERBO  INMENSO amor que surgiría entre Victoria y Alberto, que se casaron en 1840. Victoria le escribió a su tío Leopoldo para darle las gracias con las siguiente palabras:
"gracias por la perspectiva de gran felicidad que has contribuido a darme en la persona del querido Alberto [...] Posee todas las cualidades que podría desear para hacerme absolutamente feliz”… …oooooorales ESO SI ES AMOR DEL BUENO.
Desafortunadamente Alberto murió joven, tras 20 años de feliz matrimonio Victoria quedó devastada y el resto de su vida añoró a su queridísimo Alberto, tras la muerte del príncipe Alberto, Victoria evitó las apariciones en público y dejó que fuera Eduardo, príncipe de Gales (futuro Eduardo VII) quien cumpliera con la mayoría de los deberes protocolarios de la corona.
                Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha (1819-1861), Nació cerca de Coburgo, en Alemania, y fue uno de los hijos de Ernesto I, duque de Sajonia-Coburgo-Gotha. Como príncipe se convirtió en consejero de confianza de Victoria. Desde esta posición, ejerció una enorme influencia en la vida política y los acontecimientos de carácter nacional e internacional. Fue un mecenas activo y devoto de las artes y las ciencias y organizó actos como la Gran Exposición de 1851, en el Crystal Palace, para estimular el crecimiento de la industria y el comercio británicos así como el orgullo nacional. El conservadurismo moral de la Inglaterra victoriana se le debe al rígido y austero código de conducta de Alberto. Pese a que muchos ingleses le consideraban un extranjero entrometido, consiguió fortalecer la monarquía y alentar el progreso social. Murió de fiebres tifoideas a los cuarenta y dos años, abrumado por el trabajo.

                Hoy el amor de estos grandes personajes se encuentra materializado en uno de los museos más visitados de Inglaterra. El Museo Victoria y Alberto, https://www.vam.ac.uk/ si visita Londres, ¡por favor!” no deje de visitarlo. Y si no visita Londres, pues no lo visite ¿verdad? 

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