domingo, 6 de noviembre de 2016

6 de Noviembre. San Leonardo de Noblac (¿496?-559).

¡Noviembre, “de Todos los Santos”!


Seguro que inmediatamente pensaron en Leonardo Da Vinci, o, la caricatura del Rey Leonardo. Pero no, en este caso me referiré a Leonardo Fibonacci (1170-1240), también conocido como Leonardo de Pisa. Mucho antes de que Luca Paccioli (1445 - 1517) diera a conocer La Divina Proporción, uno de sus trabajos más influyentes para las matemáticas, la geométrica y el arte. Leonardo Fibonacci tres siglos antes ya había planteado la idea platónica de armonía que se conoce como el número de oro o secuencia Fibonacci.
Fibonacci tenía un ingenio agudo que hacía evidente lo relevante de las matemáticas para el desarrollo de la cultura económica y del arte. Fibonacci, bien viajado y mundano, se interesó por las culturas matemáticas de los mundos árabe e indio. Fue él quien introdujo el cero como elemento operativo en el sistema numérico.
Escribió sobre la teoría de números, problemas prácticos de matemáticas comerciales y geodesia. Sus escritos sobre matemáticas recreativas, que a menudo los exponía como relatos, se convirtieron en retos mentales clásicos ya en el siglo XIII. Estos problemas entrañaban la suma de sucesiones, como la secuencia “Fibonacci” que él descubrió (1, 2, 3, 5, 8, 13…). A cada término de esta sucesión se le denomina número de Fibonacci (la suma de los dos números que le preceden en la sucesión).

Cuando Luca Paccioli interpreto esta secuencia de números en una figura, desarrollo lo que se conoce como la “Sección Aurea o Proporción divina” sin duda, el trabajo de Paccioli es más conocido, pero está estrechamente relacionado a lo que mucho tiempo antes había descubierto Leonardo Fibonacci y en la actualidad la Secuencia Fibonacci o Número áureo y la Sección Aurea prácticamente son inseparables.

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