lunes, 30 de octubre de 2017

La Bomba más potente (30 de octubre de 1961)

“Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: la paz. 
- Albert Einstein-


Al iniciar la década de los sesenta, la Guerra Fría estaba en su máximo nivel de tensión. El 10 de julio de 1961, Nikita Jrushchov convocó a los principales científicos nucleares soviéticos y ordenó reanudar inmediatamente el trabajo para el desarrollo de la bomba de hidrógeno. El líder supremo del Partido Comunista de la Unión Soviética, al parecer, había tenido una desagradable conversación con el joven presidente de Estados Unidos John F. Kennedy.

Los ingenieros nucleares, incluyendo Andrei Dmitrievich Saharov, “el padre de la bomba de hidrógeno soviética”, tenían que demostrar el resultado de su trabajo en muy poco tiempo, porque Jrushchov quería organizar un impactante espectáculo político, y hacer temblar a los países occidentales; y lo lograría.

El equipo de Andrei Sakharov trabajó incesantemente y finalmente presentó “La bomba del zar”, una bomba gigante, de más de 8 metros de longitud, 2 metros de diámetro y un peso de 27 toneladas. Cuando se completó una locomotora la remolcó al campo de aviación para colocarla en un bombardero especial modificado para transportarla a su punto de detonación y prueba.
Así, el 30 de octubre de 1961, bajo la atenta mirada de muchos funcionarios soviéticos a 600 km del lugar de la prueba todo estaba listo para la gran explosión. El avión se acercó al sitio, el archipiélago de Nueva Zembla en el Océano Ártico, los tripulantes del avión comprobaron el funcionamiento de todos los sensores por última vez y dejaron caer la bomba, que explotó a las 11.33 de la mañana, hora de Moscú.

La bomba del Zar explotó a una altitud de 4.200 metros sobre el objetivo, la bola de fuego que apareció como resultado de la reacción en cadena casi tocó el suelo. Los sismógrafos registraron un terremoto de magnitud 5 en la escala de Richter.
La explosión fue visible a casi 1.000 kilómetros de distancia, y el impulso térmico se sintió a una distancia de más de 265 kilómetros. El pulso electromagnético desconectó la radio durante una hora en cientos de kilómetros alrededor. Una enorme nube de hongo subió a una altura de 65 kilómetros, más allá de la atmósfera.

La bomba zar era el arma nuclear más poderosa nunca antes probada. Después del 30 de octubre de 1961 el mundo estaba listo para ser destruido.


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