lunes, 23 de octubre de 2017

Erizo en la niebla (23 de octubre de 1975)

“Yo me pregunto - pensó el Erizo, -si el caballo se recuesta para dormir, ¿él caballo se ahogaría en la niebla?" - y lentamente comenzó a descender para entrar en la niebla y ver por sí mismo cómo era estar en la niebla”.
 - Sergey Kozlov (guionista de Erizo en la niebla)-


La vida es un misterio y cuando nos enfrentamos ante algo desconocido tenemos dos opciones; darnos vuelta y no enfrentarnos por miedo a no saber que encontraremos o descubrir por uno mismo, venciendo el temor aun sin poder ver más allá de nuestra nariz.

Así le pasó al Erizo, como cada tarde, se dirigía a través del bosque a visitar a su amigo el Oso para tomar té, conversar y contar las estrellas. Pero aquella tarde, en su camino ve un hermoso caballo blanco en la niebla y, en su curiosidad sobre si el caballo se ahogaría si se durmiera en la niebla, el erizo decide explorar por sí mismo. A medida que camina la niebla, es tan espesa que no puede ver su propia pata. El erizo está asustado, pero su curiosidad lo mantiene explorando lo desconocido. Tropieza y cae al río, cree que se va a ahogar y morirá, entonces, decide flotar y dejarse llevar por el agua, resignado a su destino fatal, entonces, es rescatado por un misterioso personaje y llega a la orilla. Ahí se encuentra con el oso que, después de preguntarle porque llegó tarde, no deja de hablar, y mientras toman el te, él Erizo no deja de pensar en el caballo el mundo de silencio, los murmullos, la oscuridad, y todo lo que vio ¿o no vio?

“Erizo en la niebla” es un de cortometraje soviético dirigido por Yuri Norstein, producido por estudios de animación Soyuzmultfilm y guion de Serguéi Kozlov. El corto fue presentado el 23 de octubre de 1975 en Moscú. A partir de aquel momento se convirtió en un éxito, recibió más de 35 premios internacionales. En 2003, se le otorgó el reconocimiento como la mejor caricatura de todos los tiempos, esto después de una encuesta realizada a 140 críticos de cine y animadores de diferentes países.

El filósofo indio Jiddu Krishnamurti, diría: La vida es un misterio extraordinario -no el misterio que hay en los libros, no el misterio del que habla la gente, sino un misterio que uno ha de descubrir por sí mismo; y por eso es tan importante para ustedes comprender lo pequeño, lo limitado, lo trivial e ir más allá de todo eso-. El pequeño Erizo tuvo miedo, pero se atrevió a entrar en la niebla y resolver el misterio: “El caballo no se ahoga si se recuesta para dormir en la niebla.

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