martes, 7 de noviembre de 2017

Locomotora Fedya (6 de octubre de 1932)

"En un país del Mundo, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que el Ferrocarril era el sistema de transporte más moderno, rápido y efectivo. En aquel país del mundo, tren significa hoy, vivir en tiempos de Don Porfirio".


Sin embargo, en la actualidad, el ferrocarril, sigue siendo una muy importante forma de transporte de pasajeros y mercancías en casi todo el mundo. Es omnipresente en Europa. En India, China, Corea y Japón, millones de personas lo usan como transporte regular.

En Rusia fue y es determinante para unir al extenso territorio. A principios de la década de 1840, ya existía una red ferroviaria que unía Moscú y San Petesburgo. Justo al comenzar el siglo XX, se inauguró el que hasta hoy constituye el servicio ferroviario continuo más largo del mundo, la ruta Moscú-Vladivostok (ciudad localizada en la costa rusa del Océano Pacífico), con una extensión de 9288 km.

Después de la Revolución Rusa, y ya en pleno desarrollo industrial, la economía de la URSS requería un acelerado crecimiento, el transporte ferroviario era indispensable y presentaba signos graves de retraso. Se dictó  entonces, la 'urgente' orden de llevar a cabo el cálculo, diseño y construcción de una locomotora que fuera excesivamente veloz, se requiere ejecutar en poco tiempo, que permita tanto como sea posible aumentar significativamente la capacidad de carga de los ferrocarriles, que el costo de fabricación fuera lo más bajo posible y que se pudiera producir, no una, sino producir en serie.

A este desafío se le llamó "problema de la locomotora."

El resultado fue la llamada "Locomotora Fedya", un verdadero portento de la tecnología, para aquellos primeros años de la década de los años treinta, aquella, más que locomotora de vapor, era una máquina del futuro. Se diseñó y presentó el primer prototipo en un tiempo récord, 170 días. Si consideramos la importancia que aún en nuestros días tiene el ferrocarril, aquella máquina significaba que la URSS se ponía a la cabeza en desarrollo tecnológico y comenzaba a ganar la carrera en lo concerniente a investigación y diseño.

Llegó a la estación de tren de Moscú el 6 de noviembre de 1932, fue recibida por los principales representantes del Gobierno soviético. La bautizaron como "Locomotora FD o Fedya". En honor a Félix Dzerzhinsky (a él le apodaban Fedya), fundador de la policía secreta bolchevique.
La experiencia adquirida durante el diseño y producción de la FD se utilizó para crear todas las locomotoras soviéticas posteriores. Era, aquel 6 de noviembre la locomotora más potente del mundo, tenía la mayor fuerza de tracción y por ende la más veloz.


En pocas palabras... “iba echa la...duro”.

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