sábado, 3 de febrero de 2018

Terror escolar en Moscú (3 de febrero de 2014)

Por el valor y la dedicación mostrada durante la ejecución de un servicio y deber cívico durante la tragedia del 3 Febrero en la escuela número 263 de Moscú
-Vladimir Putin-
Por Gabriel Macías Nito
Sergey, de 16 años, era un destacado estudiante, había recibido la medalla de oro por sus buenas calificaciones y se preparaba para entrar en el Instituto de Ingeniería y Física de Moscú. Su padre, un coronel de la policía, fue quien enseñó a Sergei a disparar con armas de fuego.

Aquel 3 de febrero transcurría sin contratiempos, sin embargo, cuando se encontraba Sergei y sus compañeros en la clase de geografía, al parecer una mala nota en su exámen desencadenó la discusión entre alumno y profesor y posteriormente el ataque.

El incidente con disparos en la escuela número 263 en el distrito de Otradnoe de Moscú ocurrió el 3 de febrero de 2014. Sergey Gordeev, armado con una carabina y fusil, disparó al profesor de geografía y tomó como rehenes a sus compañeros de clase, y luego abrió fuego al llegar a la escena la policía, matando a un empleado de seguridad privada de la escuela e hiriendo gravemente a uno de los policías.

El padre de Sergei llegó a la escuela y después de conversar con su hijo, lo persuadió para que el adolescente liberara a los rehenes, y fue detenido.

En septiembre de 2014 en Butyrskaya Tribunal de Distrito de Moscú comenzó el juicio, durante el cual la defensa insistió en la condición mental de Sergey. En marzo de 2015, el tribunal envió a un adolescente a un tratamiento psiquiátrico obligatorio. La decisión fue impugnada por la protección de las víctimas, pero en agosto de 2015, el Tribunal Municipal de Moscú lo consideró legal. A la fecha es un tema que sigue en discusión.


Este incidente fue el primero caso de un tiroteo escolar en Rusia, conmocionó al país ya que los últimos minutos que Sergey mantuvo a los rehenes se comenzó a transmitir la noticia en vivo desde la escuela.

Recibió una amplia resonancia en la sociedad rusa, y provocó un intenso debate sobre la necesidad de reforzar la seguridad en las instituciones educativas, así como la influencia negativa de películas, programas de televisión y juegos de vídeo que contienen escenas de violencia. 

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