jueves, 3 de mayo de 2018

El Gran diccionario ruso (3 de mayo de 1862)

“En 50 años, Dahl logró hacer con su Diccionario, lo que una academia completa normalmente haría durante más de un siglo.”
- Pavel Melnikov -  
Por Gabriel Macías Nito
Vladimir Dahl nació en Luhansk, hoy Dinamarca. Su padre tenía un gran amor por la cultura rusa y adquirió la nacionalidad de aquel país. Su amor por Rusia lo transmitió a Vladimir, quien a los 13 años fue admitido en el cuerpo de cadetes ruso, se formó como marino, y en 1825, dejó el servicio militar, ingresó a la universidad para estudiar medicina.

Primero un marino, y luego un médico de campo, tuvo la oportunidad de viajar por distintas regiones de Rusia, observó cuidadosamente los hábitos, costumbres y formas de comunicarse de las personas del vasto territorio del imperio ruso. Pero lo que más fascinaba a Dahl era escuchar hablar a la gente, se quedaba horas y horas escuchando. Esto lo convirtió en el más destacado lexicógrafo y etnólogo ruso.

Dahl escucho a muy temprana edad las primeras palabras en ruso, las de un cochero que lo llevaba a Ucrania y, en sus propias palabras luego dijo: “subconscientemente sentó las bases de mi amor por aquello que escuchaba, el idioma ruso”. Desde entonces, sin importar a dónde fue o cualquier trabajo que haya realizado, Dahl siguió recogiendo el vocabulario regional y el folclore.

El 3 de mayo de 1862, Vladimir Dahl, presentó su Diccionario Explicativo de la Gran Lengua Rusa, lo hizo ante la Sociedad de Entusiastas de la Lengua Rusa, entre ellos se encontraba el gran Pushkin, quien fue su gran amigo. El diccionario, que hoy tiene más de 150 años de antigüedad, es considerado uno de los principales recursos de lexicología rusos. Presenta una  estructura original, extenso contenido de los términos más coloquiales del idioma, aún no ha perdido su agudeza y utilidad.

El diccionario está compuesto por cuatro volúmenes, el primer número se publicó por primera vez en 1863, mientras que la publicación de los otros tres fue patrocinada personalmente por el zar Alejandro II. La Academia de Ciencias y la Sociedad Geográfica otorgó medallas a Dahl por su trabajo.

La contribución de la obra de Vladimir al idioma ruso es inmensa. La gente todavía se remite a su diccionario como una de las fuentes más confiables. La cantidad de trabajo que requirió para completar el diccionario supera el realizado por cualquier otro investigador solo. Fue elegido por unanimidad miembro honorario de la Academia de Ciencias y otorgó varios premios.

Dahl nunca dejó de trabajar en su diccionario. Incluso a las puertas de la muerte, le pidió a su hija que anotara un par de palabras que había escuchado recientemente de los sirvientes.



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